Alquiler con opción a compra (AOC): ¿Cómo funciona?

¿Has oído hablar del alquiler con opción a compra y te preguntas si esta podría ser una buena opción para ti como propietario, inversor o comprador primerizo? Ya sea que estés buscando crear una cartera de inversión en el sector inmobiliario o dar ese primer paso hacia la compra de vivienda, esta alternativa puede ser una estrategia interesante para considerar.

En este artículo, te explicaremos qué es el alquiler con opción a compra, cómo funciona, y cuáles son sus ventajas y desventajas para todas las partes involucradas. Además, te daremos algunos consejos prácticos para sacarle el máximo provecho a esta modalidad.

¿Qué es el alquiler con opción a compra?

El alquiler con opción a compra es un contrato especial que combina dos acuerdos en uno solo. Por un lado, permite al inquilino alquilar una vivienda como en un contrato de renta estándar. Pero, al mismo tiempo, otorga al inquilino la posibilidad (aunque no la obligación) de comprar esa misma vivienda antes de la finalización de un determinado plazo (normalmente, entre 3 y 5 años) bajo unas condiciones previamente establecidas.

Esto significa que el inquilino puede probar vivir en la vivienda antes de decidir comprarla, mientras que el propietario tiene la oportunidad de generar ingresos a corto plazo mediante el alquiler y, de cierta forma, facilitar la venta de su inmueble.

¿Cómo funciona el alquiler con opción a compra?

El funcionamiento de un alquiler con opción a compra es bastante sencillo, pero implica ciertas particularidades:

  1. Contrato de arrendamiento:
  • Como parte inicial, se redacta un contrato de alquiler donde se detallan elementos clásicos como renta mensual, duración y derechos y obligaciones de ambas partes.
  1. Opción de compra:
  • En paralelo, este contrato incluirá una cláusula específica que permite al inquilino adquirir la propiedad antes de que termine el periodo de arrendamiento, fijando de antemano el precio de compra.
  1. Prima por la opción:
  • En algunos casos, el propietario puede solicitar una prima por otorgar esta opción de compra. Este monto suele ser no reembolsable, pero generalmente se descuenta del precio final de compra si el inquilino ejerce su derecho.
  1. Precio del alquiler:
  • El alquiler suele descontarse (al menos un determinado porcentaje) del precio de compra final del inmueble (en caso de concretarse la compra). Es decir, se trata en cierta medida de financiación por parte del dueño o propietario, ya que se le está pagando parte de la casa mensualmente durante un periodo de tiempo concreto. Por eso, los vendedores sólo suelen aceptar este tipo de contratos para inmuebles que no son tan fácilmente vendibles (por ejemplo, porque necesiten una reforma importante) o cuando quieren obtener un precio algo superior al de mercado.
  1. Decisión final:
  • Al final del contrato de alquiler o en cualquier momento del mismo, el inquilino decide si ejerce su opción de compra o no. Si opta por no comprar, el propietario recupera la vivienda y puede disponer de ella nuevamente.

Beneficios para todas las partes involucradas

El alquiler con opción a compra presenta muchas ventajas tanto para propietarios como para inquilinos interesados en comprar. A continuación, revisamos los beneficios más destacados.

Para propietarios:

  • Ingreso estable a corto plazo:

Generas ingresos rápido que durarán todo el periodo del alquiler, lo cual puede ser especialmente útil si no te importa retrasar la venta unos años.

  • Menor riesgo de impago:

Los inquilinos que buscan una futura compra suelen ser más comprometidos con el pago puntual de las rentas, ya que se suele incluir una cláusula que indica que en caso de impago de alguna cuota de alquiler, el inquilino pierde su derecho de compra del inmueble, lo cual supone una gran pérdida económica para él (pérdida de la prima inicial entregada, de todas las cuotas de alquiler que se descuentan del precio de compra, etc).

  • Salida garantizada:

En caso de que el inquilino decida comprar, aseguras una venta con un precio pactado de antemano que, en el caso de alquiler con opción a compra, se suele fijar un precio de venta algo superior al de mercado, ya que está financiando al comprador.

Para inquilinos/compradores:

  • Aumento de valor:

Puedes aprovechar un incremento en el precio de la vivienda con el paso de los años antes de ni siquiera haberla comprado, ya que el precio de compra se fija al inicio del contrato.

  • Prueba antes de comprar:

Vivir en la propiedad te permite determinar si es realmente lo que buscas antes de comprometerte financieramente (conociendo la comunidad, los problemas habituales de la vivienda, etc).

  • Financiación del dueño:

En caso de que tengas pocos ahorros, consigues entrar en el mercado inmobiliario utilizando el apalancamiento que ofrece el dueño.

  • Acumular ahorros:

Parte de la renta mensual contribuye al pago final, con lo cual estás haciendo un «ahorro forzoso» gracias a vivir ahí.

  • Flexibilidad:

Si decides no comprar, siempre tienes la opción de terminar el contrato sin adquirir la vivienda.

Desventajas potenciales que debemos considerar

Como en cualquier acuerdo, existen algunos inconvenientes que deberías tener en cuenta:

Para propietarios:

  • Dependencia de la compra final:

Si el inquilino no ejerce la opción de compra, tendrás que volver a poner en venta o alquilar la propiedad. Aunque en ese caso te podrías quedar con la prima entregada al principio por el inquilino y todas las cuotas del alquiler.

  • Compromiso de precio:

Si el valor de mercado sube rápidamente, podrías vender la vivienda por debajo de su valor real previamente establecido.

Para inquilinos:

  • Prima inicial no reembolsable:

Si decides no comprar, podrías perder el monto pagado por la opción de compra.

  • Riesgo financiero:

Si cambian tus circunstancias económicas, es posible que no puedas ejercer la opción de compra al final.

  • Sin garantía de hipoteca:

Obtener financiamiento bancario para concretar la compra puede no estar asegurado, especialmente si tus ingresos o condiciones crediticias cambian.

Pasos para crear un contrato de alquiler con opción a compra

  1. Define los términos claros:

Decide elementos como el precio de compra, renta mensual, duración de la opción, y si habrá una prima inicial.

  1. Consulta a un abogado:

Siempre es recomendable redactar este tipo de contratos con ayuda de un experto legal para proteger a todas las partes.

  1. Negocia las condiciones:

Ambas partes deben estar de acuerdo sobre cómo se utilizarán las cuotas de alquiler y otros detalles esenciales.

  1. Evalúa los riesgos:

Considera escenarios futuros (subida de precios, cambios financieros, etc.) antes de comprometerte con este modelo.

Encontrar oportunidades siguiendo este modelo

El alquiler con opción a compra representa una oportunidad única para unir los intereses de propietarios e inquilinos, creando acuerdos donde todos ganan. Sin embargo, como todo en el sector inmobiliario, es esencial planificar y diseñar estrategias bien pensadas. Además, estas oportunidades no abundan en el mercado, ya que para convencer a un propietario de ofrecer esta modalidad de compra aplazada se requiere que su propiedad no sea fácil de vender o que tenga un precio superior al de mercado. Incluso así, muchos prefieren «evitar líos» y simplemente esperan a alguien que quiera comprarles la vivienda de la forma tradicional.

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