Decidir entre comprar o alquilar una vivienda no es simplemente una cuestión de preferencias personales. Es una decisión financiera clave que no tiene una única respuesta y que puede afectar tus ingresos y ahorros a largo plazo. ¿Qué opción es más rentable? Bueno, la respuesta depende de varios factores como el lugar, el tiempo que planeas permanecer ahí y, sobre todo, tus objetivos financieros. Hoy haremos un análisis claro y detallado que te ayudará a entender lo que más te conviene.
¡Vamos a ello!
Factores clave para tomar la decisión
Antes de sumergirnos en los números, es importante determinar algunas variables cruciales:
- Duración de residencia
Si planeas vivir en el mismo lugar durante más de 7 años, comprar puede plantearse a primera vista como una mejor opción. Con el tiempo, amortizas el coste inicial de la compra de la vivienda y te ahorras el constante gasto mensual de un alquiler.
- Mercado inmobiliario local
En zonas económicas, los alquileres suelen ser desproporcionadamente altos en comparación con el precio de compra. Sin embargo, en áreas más exclusivas, las viviendas suelen ser demasiado caras para comprarlas, pero los alquileres no son tan caros (relativamente al precio de compra).
- Tasa de interés e inflación
En un entorno de bajos intereses hipotecarios y alta inflación, comprar puede ser más atractivo a primera vista, ya que la vivienda supone un activo que se comporta relativamente bien ante la inflación.
- Objetivos financieros a largo plazo
Aquí es donde alquilar y comprar pueden complementarse. Si tu objetivo es generar ingresos pasivos, puedes comprar para alquilar (propiedades baratas con alta rentabilidad) y vivir de alquiler en el sitio que realmente te gusta (en una vivienda más cara cuya rentabilidad por alquiler es menor).
Comprar versus alquilar en zonas baratas
Si estás considerando comprar o alquilar en una zona algo más barata que la media, probablemente te hayas dado cuenta de algo interesante: los alquileres son sorprendentemente altos en comparación con el precio de compra. Esto significa que, financieramente, tiene mucho más sentido comprar.
Ejemplo práctico:
Supongamos que quieres alquilar un piso con estos números:
- Alquiler mensual promedio de la zona: 750€
- Precio de compra: 100.000€
- Rentabilidad bruta por alquiler: 9%
Si decides comprar la vivienda con una hipoteca a 30 años financiando el 90% (90.000€) y un tipo de interés del 2,5 %, tu cuota será aproximadamente 350€ al mes, y obtendrías por alquiler un ROCE aproximado del 18% (considerando unos gastos de la vivienda de 100€ mensuales y 20.000€ de entrada y gastos de compra del piso). Si quieres saber lo que es el ROCE, haz clic aquí.
Sin contar el posible aumento de la plusvalía de la vivienda, ya estarías pagando menos al mes y construyendo patrimonio a un ritmo acelerado.
Si eres capaz de conseguir una rentabilidad por tu dinero superior a ese 9% bruto (o 18% de ROCE) con otros métodos de inversión, quizás te merezca la pena alquilar y utilizar tu dinero para obtener rentabilidades mayores en otro sitio. Pero si esa te parece una rentabilidad aceptable, ¡lánzate a comprar! Pagarás una cuota menor mensualmente, estarás construyendo patrimonio y tendrás la satisfacción de vivir en tu propia vivienda.
En este caso, comprar no solo es más barato mes a mes, sino que también te permite ser propietario de un activo que puede apreciarse con el tiempo.
Alquilar en zonas exclusivas y comprar en zonas económicas
En las grandes ciudades o zonas de lujo, como el Paseo de Gracia en Barcelona o el barrio Salamanca de Madrid, sucede lo contrario. Los precios de compra suelen ser astronómicos, mientras que los alquileres, aunque altos, no llegan a equipararse proporcionalmente.
Una estrategia híbrida
En lugar de gastar una gran suma comprando una propiedad costosa en estas zonas, puedes optar por:
- Alquilar en la zona premium en la que deseas vivir.
Esto te permite disfrutar de la ubicación deseada sin invertir grandes cantidades de capital a una rentabilidad ínfima.
- Comprar en zonas con precios más accesibles.
Invierte en viviendas en áreas económicas con alto potencial de rentabilidad. Luego, alquila estas propiedades y genera ingreso pasivo que compense, o incluso cubra, el costo de tu alquiler mensual en la zona premium.
Ejemplo:
- Alquiler en zona cara: 2.000 €/mes
- Compras 3 pisos de 80.000-100.000€.
- Ingresos de alquiler generado por tu inversión: 2.200 €/mes
Con esta estrategia, los ingresos generados por tus propiedades asequibles ayudan a pagar tu alquiler en una zona más exclusiva. De esta manera, combinas lo mejor de ambos mundos. Vives donde quieres y obtienes una gran rentabilidad por tu dinero.
Si necesitas ayuda para llevar a cabo esta estrategia, contacta con nosotros hoy mismo. Podemos trabajar juntos y hacer realidad tus sueños.
Pros y contras de comprar y alquilar
Antes de tomar una decisión, reflexionemos brevemente sobre las ventajas y desventajas de ambas opciones.
Ventajas de comprar:
- Construyes patrimonio a largo plazo.
- Protección contra la inflación y el aumento de alquileres.
- Posibilidad de generar plusvalía con el tiempo.
Desventajas de comprar:
- Requiere un capital inicial elevado (entrada, notaría, impuestos).
- Menor flexibilidad si necesitas mudarte (aunque siempre puedes poner tu vivienda en alquiler si decides mudarte).
Ventajas de alquilar:
- Flexibilidad para mudarte cuando quieras.
- Menores gastos iniciales.
- Acceso a zonas premium sin enormes inversiones.
Desventajas de alquilar:
- Dependes de otras personas (los propietarios) y de los aumentos en precios de alquiler.
- No construyes patrimonio.
- El alquiler es un gasto que no recuperas.
¿Qué estrategia es mejor para ti?
Al final, no hay una única respuesta que funcione para todos. Tu decisión va a depender de tus necesidades personales y tus metas financieras. Recuerda:
- Si buscas estabilidad y estás seguro de que vivirás en el mismo sitio por un largo periodo, comprar tiene más sentido.
- Si prefieres flexibilidad y te interesa generar ingresos pasivos, combinar el alquiler en zonas caras con la compra en zonas económicas puedes maximizar tu rentabilidad.
El debate entre alquilar y comprar no se reduce solo a números; también implica estilo de vida y metas familiares o laborales. Tanto si decides comprar como si prefieres alquilar, tener una estrategia clara y comprender tus opciones es clave para alcanzar tus objetivos. Tómate el tiempo de evaluar todas tus opciones y realiza un análisis financiero profundo del barrio que te interesa.
Si necesitas ayuda personalizada para decidir qué opción es mejor para ti y cómo optimizar tus inversiones inmobiliarias, mira nuestro servicio de personal shopper inmobiliario. En Puerta Firme estaremos encantados de ayudarte a diseñar un plan que te saque el máximo partido de tus decisiones y encontrar las viviendas más rentables de tu ciudad.