Comprar piso con deudas de la comunidad: ¿merece la pena?

Imagina encontrar el piso ideal: buena zona, buen precio, perfecto para ti.

Pero justo antes de dar el paso, descubres que el inmueble arrastra deudas con la comunidad de propietarios. ¿Y ahora qué? ¿De verdad podrías acabar tú pagando por los impagos de otro?

Pues, de hecho, sí, y es más común de lo que parece. No conocer a tiempo estas posibles deudas puede convertir tu sueño en una silenciosa trampa que acecha amenaza la felicidad de tu bolsillo.

En este artículo vas a ver desde qué compone las deudas de la comunidad y si todas las tendrías que pagar tú, hasta cómo puedes librarte directa e indirectamente de pagarlas.

Qué son las deudas de la comunidad, qué las componen

Las deudas con la comunidad surgen cuando un propietario no realiza los pagos a la Comunidad de Propietarios relacionados con el mantenimiento del bloque o el conjunto residencial.

Hay dos tipos de gastos para los propietarios en una comunidad:

  • La cuota ordinaria de propietarios: la cual está para cubrir los gastos directos de mantenimiento, limpieza, jardinería si la hay, el seguro del edificio, sueldos de conserje, reparaciones menores…
  • Gastos extraordinarios (derramas): los gastos extraordinarios son el gasto en sí, que puede surgir de hacer obras, añadir un ascensor, reparar una gran avería, etc. (el qué se paga), y la derrama es el dinero extra que se pide a cada propietario para sufragar ese gasto (el cómo se paga).

¿Tengo que pagar todas las deudas de la comunidad del anterior propietario?

Sí. Tendrías que pagar tanto los impagos de las cuotas ordinarias como los impagos de los gastos extraordinarios (derramas) hasta un máximo de tres años anteriores (más los impagos del año en curso).

Tal como dicta la Ley de Propiedad Horizontal (la que regula esto), dicha deuda recae sobre el actual dueño de la propiedad, independientemente de si fue él o no quien cometió los impagos.

Lo que significa que, si compras un piso con este tipo de deudas, te tocará pagarlas a ti.

Cómo saber si una vivienda tiene deudas con la comunidad de vecinos

Antes de adquirir una propiedad, es fundamental comprobar si arrastra deudas con la comunidad de vecinos. Muchos propietarios interesados en vender su vivienda ocultan deliberadamente las deudas de la comunidad a fin de vender lo más rápido posible la propiedad.

Para evitar que te engañen, puedes solicitar una nota simple registral, un documento que ofrece información básica del inmueble como su titularidad, posibles cargas o hipotecas. Se obtiene fácilmente en el Registro de la Propiedad o en la web del Colegio de Registradores.

Además, conviene que solicites al presidente o administrador de la comunidad, tras explicarle tu interés en la compra de la vivienda, un certificado que acredite que el propietario actual está al día con los pagos comunitarios. De lo contrario, cualquier deuda podría recaer sobre el nuevo dueño. Podrás dar con él fácilmente preguntando a los vecinos.

También te recomiendo (aunque no es lo mismo en absoluto, pero no está de más) que verifiques si la vivienda está al corriente del IBI y otros tributos municipales, es tan fácil como pedir los justificantes de pago, y esto será como matar dos pájaros de un tiro, porque así también podrás conocer el valor catastral de la vivienda, un dato muy importante y muchas veces pasado por alto.

Por último, si se desea una información más oficial y con valor legal, se puede pedir una certificación registral, firmada por el Registrador, que acredita de manera fehaciente el historial y situación registral de la finca. Quizá podría ser un poco excesivo ya que con lo anterior debería bastar, pero si se quiere estar 100% seguro, es la mejor opción.

Cómo evitar pagar las deudas de la comunidad al comprar una propiedad

Lo cierto es que, técnicamente, no puedes. Pero sí puedes hacer otra cosa sabiendo que existen deudas: negociar el precio de compra antes de comprar la vivienda, de forma que como mínimo descuentes la deuda a pagar del precio de compra. Así, en la práctica esa deuda la estaría «pagando» el vendedor al no estar ganando todo el dinero que podría haber ganado con la transacción, y tú estar «ahorrándote» ese dinero que destinarás al pago de la deuda.

Conclusión: ¿merece la pena comprar un piso con deudas de la comunidad?

Como siempre, depende. Si la deuda es demasiado elevada, quizá entonces no merezca mucho la pena, a no ser que utilices eso a tu favor en la negociación del precio de compra.

Como hemos visto, si conoces las deudas antes de comprar el inmueble, puedes negociar a tu favor el precio de compra y como mínimo acordar un descuento equivalente a la deuda que te tocará pagar. En ese caso, pasaría a merecer la pena.

Aún así, podrías tomar ventaja de la situación y conseguir un precio aún más a la baja mencionando algún que otro detalle, como enseñamos en este artículo: Cómo negociar el precio de una vivienda.

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